Este es Lord Gio, el peque más bello del universo, el niño de mis ojos, quien me da los abrazos más lindos en la historia de la humanidad… y quien me ha mantenido despierta por los últimos 2 años.
Después de vivir en estado de zombi cafeinado por tanto tiempo, decidí que era hora de entrenarlo a dormir.
Así que les presento mi
GUÍA PARA QUE TU HIJO DUERMA TODA LA NOCHE.
- Ponlo en su cama a la hora de siempre, léele un cuento, dale su leche y acurrucalo en su camita.
- Termina de hacer lo que tengas pendiente (Poner la lavadora, checar Facebook, aventarte un round de Disney Emojis o ver la tele un rato) y acuéstate a eso de las 11 de la noche.
- Metete en tu camita, date algunas vueltas hasta que encuentres una posición cómoda y empieza a preocuparte con los ojos cerrados de todo lo que se te olvido hacer en el día.
- Por fin a eso de las 12 comienza a quedarte dormida…
- “Mnnnn se despertó el bebé? O es un mono aullador?”
- Tu marido te empuja “mnnneeeespiertaa, se despertó el bebé”
- Sal de las cobijitas calientes mientras tu marido murmura “y si lo dejamos que llore?”
- Metete a las cobijas de nuevo y mira fijamente a la pared mientras tú niño llora por 25 segundos.
- Decide que es tortura china y levántate de la cama porque tu marido ya está roncando de nuevo.
- Sal de la cama lentamente (tu marido no tiene por qué enterarse de que tan rápido dejas la convicción de “dejarlo llorar”)
- Cuando llegas a la puerta tu niño se empieza a calmar, entonces no sabes si abrir la puerta o no, por lo que te quedas parada en el pasillo por 15 minutos.
- Llegas a la conclusión de que uno se puede dormir parada.
- Te acuestas en el piso dos minutos y entonces te das cuenta de que tu bebé sigue llorando quedito.
- Dices “Me vale el chingado libro de Ferbert” y entras a la recámara con la idea de acariciar su espalda y murmurar shhh hasta que se duerma.
- Caes en la tentación de abrazarlo y besarlo porque te dio los brazos y te aventó una sonrisota cuando te vio.
- Quédate abrazándolo y húndete en ese delicioso olor de tu bebé.
- Arrulla a tu bebé silenciosamente hasta que sientes que su cabecita cae en tu hombro.
- Ponlo en su cuna convencida de que ya se durmió.
- Di “mierda!” mientras sales del cuarto y te das cuenta de que se levantó inmediatamente después de que le acostaste.
- Metete corriendo a tu cama y tápate con las cobijas.
- Escucha a tu bebé llamarte y piensa que va a despertar al adolescente gruñón.
- Sal de la cama suspirando de nuevo.
- Escucha al adolescente gruñón desde su recámara “Mamá, el gordo está despierto!”
- Arrullalo en la mecedora hasta que se duerma y te duelan las pompas mientras te resignas a que nunca vas a poder dormir de nuevo.
- Marido llega, toma al bebé y a ti y los tres se van a la cama grande.
- Repite por las siguientes tres semanas.
- Duérmete en el piso de la habitación del bebé dos noches debido al cansancio.
- Manda a todo a mierda y déjalo que se duerma en tu cama por las siguientes 3 noches.
- Milagrosamente el bebé se duerme 10 horas seguidas contigo.
- Llora de felicidad mientras te tomas tu café en la mañana.